El 23 de enero de 1874 se celebró la boda entre el príncipe Alfredo, duque de Edimburgo, (cuarto hijo de la reina Victoria y Alberto de Sajonia) y María Alexandrovna (hija del zar Alejandro II de Rusia y María de Hesse-Darmstadt).
El enlace tuvo lugar en el palacio de Invierno de San Petersburgo y se convirtió en el acto social más importante del recién estrenado año en toda Europa.
En Londres los maestros reposteros James Peek y George Hender Frean, propietarios de la prestigiosa ‘Peek, Frean & Co’ decidieron homenajear a la nueva integrante de la familia real británica con una nueva y original galleta diferente a los biscuits que hasta entonces producían y que se servían junto al tradicional té de las cinco. Decidieron bautizar a la nueva galleta con el nombre de ‘Marie biscuit’ en honor a María.
Los ciudadanos británicos, adoptaron esas galletas como sus favoritas, convirtiéndolas en poco tiempo en un producto sumamente conocido en todo el planeta.
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