Imagínate un género musical que se convirtió en una subcultura llena de emociones y una filosofía propia. Así es el emo, que nació en Washington DC en los años 80 como emotional hardcore music y se extendió por todo el mundo.
Aunque hoy en día se habla mucho sobre los emos, también hay muchas falsedades. Algunos adolescentes se autodenominan emos sin siquiera entender su verdadero significado, ya que el emo no se trata solo de estética, sino de una profunda filosofía.
El género musical emo-core, una variante más lenta y melódica del hardcore punk, comenzó a ganar popularidad con el lanzamiento del álbum "Rites of Spring" en 1985. Los seguidores de esta subcultura buscaron su propia identidad, diferenciándose de otros grupos urbanos como los punks y los seguidores del grunge.
Sin embargo, hoy en día hay millones de personas en todo el mundo que se autodenominan emos sin siquiera conocer las bandas originales que dieron origen a esta subcultura. Para muchos, ser emo se trata solo de llevar un peinado y vestirse de negro y rosa. Desafortunadamente, los emos han sido estigmatizados y atacados injustamente por ser considerados una amenaza social.
La cultura emo se reconoce fácilmente por su estilo de peinado característico, con un flequillo cubriendo uno de los ojos. Estos jóvenes, generalmente de entre 14 y 20 años, encuentran consuelo en la tristeza y buscan amor y pertenencia entre sus pares. La música es su guía en un camino a veces tortuoso, donde son vistos como extrañas anomalías por los transeúntes.
Los jóvenes emos del siglo XXI adoptan una actitud crítica hacia la sociedad, enfocada en las emociones como el dolor, la rabia y la insatisfacción. Comparten la rebeldía y la necesidad de expresarse en las calles, sintiéndose verdaderos urbanos. Aunque la tristeza los caracteriza, también muestran su humor sarcástico e irónico en momentos de fiesta.
Aunque hoy en día se habla mucho sobre los emos, también hay muchas falsedades. Algunos adolescentes se autodenominan emos sin siquiera entender su verdadero significado, ya que el emo no se trata solo de estética, sino de una profunda filosofía.
El género musical emo-core, una variante más lenta y melódica del hardcore punk, comenzó a ganar popularidad con el lanzamiento del álbum "Rites of Spring" en 1985. Los seguidores de esta subcultura buscaron su propia identidad, diferenciándose de otros grupos urbanos como los punks y los seguidores del grunge.
Sin embargo, hoy en día hay millones de personas en todo el mundo que se autodenominan emos sin siquiera conocer las bandas originales que dieron origen a esta subcultura. Para muchos, ser emo se trata solo de llevar un peinado y vestirse de negro y rosa. Desafortunadamente, los emos han sido estigmatizados y atacados injustamente por ser considerados una amenaza social.
La cultura emo se reconoce fácilmente por su estilo de peinado característico, con un flequillo cubriendo uno de los ojos. Estos jóvenes, generalmente de entre 14 y 20 años, encuentran consuelo en la tristeza y buscan amor y pertenencia entre sus pares. La música es su guía en un camino a veces tortuoso, donde son vistos como extrañas anomalías por los transeúntes.
Los jóvenes emos del siglo XXI adoptan una actitud crítica hacia la sociedad, enfocada en las emociones como el dolor, la rabia y la insatisfacción. Comparten la rebeldía y la necesidad de expresarse en las calles, sintiéndose verdaderos urbanos. Aunque la tristeza los caracteriza, también muestran su humor sarcástico e irónico en momentos de fiesta.
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